¡Buenos días tripulantes!

Este blog se ha creado con el objetivo de intentar acercar un poco más a nuestro entorno (educativo, psicopedagógico, familiar, curiosidad, etc.) la necesidad de conocer que es el TDAH en la infancia. Para ello, y de modo introductorio podríamos decir que es el trastorno psiquiátrico más frecuente en la infancia. Con una incidencia de 5% de la población infantil-juvenil, lo que equivale a uno o dos niños por aula.

lunes, 9 de enero de 2012

Enlaces, Páginas de interés.

    Antes de introducirnos en dicho trastornos, quería mostraros a modo de links, diferentes web y recursos utilizados. Asumiendo que este punto debería estar al final pero mi ignorancia a dichos medios me hace empezar por abajo. Pero como buenos profesionales y compañeros sé que me váis a aceptar. Al fin y al cabo, el gazpacho está rico y no importa por que ingredientes se empiece. O bien, el orden de los factores no altera el producto! Muchas Gracias!!

1. Link: Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperatividad. http://www.feaadah.org


2. Link: Manual para Padres y Profesores con niños que necesiten Ayuda al tener Déficit de Atención e Hiperactividad. http://www.tdahytu.es

3. Link: Aquí varios pediatras nos explican a modo de artículo dicho trastorno. Por cortesía de :Mª Inés Hidalgo Vicario, César Soutullo Esperón. http://www.sepeap.org/imagenes/secciones/Image/_USER_/Ps_inf_trastorno_deficit_atencion_hiperactividad_tdah.pdf

4.Link: Centro para Controles y Prevención de Enfermedades (CDC). Aquí se ofrece tres links. El primero hace referencia a nivel general http://www.cdc.gov/spanish/especialesCDC/TDAHRecursos/ ; el segundo en inglés (sorry) nos muestra el día de dicho trastorno http://www.adhdawarenessweek.org/ ; y tercero http://www.cdc.gov/ncbddd/Spanish/adhd/documents/ADHD_DiagnosisSpanish.pdf

5.Link: DSM IV.  http://www.infodoctor.org/gipi/p/TDAH_DSM4.pdf


6. Link: Ofrece un breve resumen introductorio de la problemática a modo de Documental. Por cortesía de Documentos TV. (sólo es el trailer del documental) http://www.youtube.com/watch?v=X81rccKZpB0 y como segundo link está el documental completo: http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=4uY84ylCA7A

7. Link: Un video en la popular The Simpson. Donde Barth muestra dicho trastorno. http://www.youtube.com/watch?v=gODbQo5vz0o&feature=related

Epidemiología. Datos y Cifras

En cuanto a su epidemiología podemos decir que el TDAH, tiene las siguientes caracterísitcas:

•    El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una patología psiquiátrica que padece entre un 2 y un 5% de la población infantil;

•    Se trata de uno de los trastornos más importantes dentro de la Psiquiatría Infanto-Juvenil, constituyendo cerca del 50% de su población clínica;

•    El TDAH es crónico y comienza a revelarse antes de los 7 años. Se estima que más del 80% de los niños continuarán presentando problemas en la adolescencia, y entre el 30-65%, en la edad adulta;

•    El TDAH tiende a ser diagnosticado y tratado insuficientemente;

•    En los países en donde se aplican con mayor frecuencia tratamientos para el TDAH, las tasas de prescripción médicas sólo representan entre el 3 y el 7 % de los niños que se cree que padecen este trastorno, e incluso menos del 4% estimado de los adultos que sufren TDAH.

Los Afectados

•    El TDAH es padecido por muchos niños españoles. Según un estudio realizado entre la población infantil de 6 a 15 años de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), entre el 4 y el 6% de los niños sufren TDAH;

•    Por otro lado, investigaciones realizadas por el doctor Gómez Beneyto evidencian que entre el 3,5 y el 8% de los niños en Valencia (capital) padecen este trastorno;

•    Los niños son más propensos que las niñas a sufrir TDAH, en cifras que varían de 4 a 1.

Trastornos Asociados al TDAH

•    Una gran variedad de trastornos pueden confundirse con el TDAH o aparecen de forma conjunta. Esto ocurre en cerca de dos terceras partes de los niños remitidos a consulta por TDAH;

•    Más del 50% de los niños evidencia un trastorno oposicionista desafiante (TOD);

•    Entre un 30 a un 50% presenta trastornos de conducta (TC);

•    Entre el 20 y el 30% de los niños evidencia trastornos afectivos, y el 25%, trastornos de ansiedad;

•    El síndrome de Tourette y el trastorno de tics suelen presentarse junto con el TDAH en un 18% de los niños;

•    Más de un 20% presentan problemas específicos del aprendizaje (en lectura, escritura, matemáticas);

•    El niño hiperactivo tiene 4 veces más posibilidades de sufrir accidentes y lesiones graves que el niño sin este trastorno, debido a su impulsividad y a la presencia de trastornos de la coordinación motora;

•    La conducta delictiva o la personalidad antisocial se ven en un 25-40% de los adolescentes y adultos remitidos de niños como TDAH. Entre un 10 y un 25% de los adolescentes desarrolla un abuso de estupefacientes;

•    A su vez, estos jóvenes tienen un mayores probabilidades de experimentar embarazos no deseados (40%), enfermedades transmitidas sexualmente (16%) y accidentes de coche por conducir a una velocidad imprudente o por falta de atención;

•    También son frecuentes las depresiones (20-30%) y los desórdenes de personalidad (18-25%).
Tratamiento para el TDAH;

•    El tratamiento combinado -"multimodal"- es el que ofrece mejores resultados. Esto supone la inclusión de padres, profesores, médicos y psicólogos en todos los niveles de la terapia, coordinando simultáneamente tratamientos de tipo farmacológico, psicológico y psicopedagógico;

•    Los tratamientos farmacológicos actuales suelen incluir la utilización de estimulantes o de fármacos no anfetamínicos;

•    El metilfedinato es un estimulante derivado de las anfetaminas, eficaz en el tratamiento del TDAH en aproximadamente el 60-75% de los niños. Actúa aumentando la dopamina en varias partes del cerebro implicadas en la atención;

•    Tiene una acción rápida, aunque en cuatro o cinco horas disminuye el efecto y es necesario suministrarle la medicación dos veces al día;

•    La atomoxetina es un nuevo fármaco no anfetamínico que se ha demostrado eficaz en el tratamiento de niños, adolescentes y adultos con TDAH. Aumenta la noradrenalina, un neurotransmisor cerebral que regula los niveles de la atención, impulsividad y actividad. Es un tratamiento seguro, con efectos secundarios escasos, leves y transitorios;

•    Los antidepresivos tricíclicos con medicaciones de segunda línea que suelen utilizarse cuando fallan los estimulantes y otras alternativas más seguras, como la atomoxetina o el bupropion.

Introducción. ¿ Qué es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)?

Podemos decir que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es el trastorno psiquiátrico más frecuente en la infancia. Y su prevalencia se estima alrededor del 5% de la población infantil-juvenil, lo que equivale a uno o dos niños por aula. Su origen es biolóigico, concretamente neurológico. Y está provocado por un desequilubrio existente entre dos neurotransmisores. Éstos son noradrenalina y dopamina, que afectan directamente a las áreas del cerebro responsable del autocontrol y de la inhibición del comportamiento inadecuado.

Introducción a la Etiopatología

 El TDAH provoca en el niño las siguientes alteraciones en su conducta:

•    Hiperactividad: Presenta un nivel superior de actividad dada su edad;

•    Impulsividad: Tiene dificultad para controlar sus conductas, emociones y pensamientos;

•    Inatención: Tiene una gran dificultad o incapacidad para prestar atención y concentrarse.

Estos síntomas no siempre están presentes conjuntamente (existen distintos subtipos de TDAH) y se manifiestan en al menos dos ambientes de la vida del niño (casa, colegio, etc.). Los niños son más propensos a sufrir TDAH que las niñas en una proporción de cuatro a uno.


Evolución del TDAH


El TDAH es crónico y suele manifestarse antes de los 7 años. A lo largo del desarrollo del niño, sus síntomas pueden cambiar o disminuir; no obstante, se estima que más del 80% de los niños continuarán presentando problemas en la adolescencia, y entre el 30-65%, en la edad adulta.

Con respecto a las formas en que se manifiesta el TDAH, existen varias etapas:

•    Hasta los cinco años, los niños suelen presentar un desarrollo motor precoz. Comienzan a caminar muy temprano y en general, son descritos por los padres como niños inquietos, "impulsados por un motor";

•    Durante la edad escolar, los niños comienzan a tener problemas en el aprendizaje de la lectoescritura, lo que suele ocasionar fracasos escolares. Estos fallos se agudizan cuanto más se le exige al niño sin proporcionarle un tratamiento adecuado. En esta etapa es cuando más se detectan casos de TDAH;

•    En la adolescencia se producen cambios sustanciales. La hiperactividad suele disminuir notablemente hasta convertirse en una sensación subjetiva de inquietud. Aún así, más del 80% de los jóvenes sigue teniendo problemas de atención e impulsividad.

Tipos de TDAH

Existen tres tipos de TDAH, según el síntoma predominante en el niño:

•    Hiperactivo-impulsivo (predominan los síntomas de hiperactividad e impulsividad);

•    Inatento (predominan los síntomas de falta de atención);

•    Combinado (predominan síntomas de hiperactividad, impulsividad e inatención).

Causas

El TDAH es uno de los trastornos más importantes en el área de la Psiquiatría Infanto-Juvenil y es posiblemente, la patología más estudiada. En principio, se sabe que su aparición está vinculada a una producción insuficiente de los neurotransmisores dopamina y noradrenalina. Es decir, en el niño con TDAH la producción de estos dos neurotransmisores es irregular. Este déficit de dopamina y noradrenalina genera problemas en los circuitos reguladores de varias zonas del cerebro: el córtex prefrontal, el cuerpo calloso y los ganglios basales.

•    Córtex prefrontal: Se encarga de la función ejecutiva: cómo planificar una acción, iniciarla, controlar si se está haciendo bien o mal, darse cuenta de ello y corregir los errores, ver si se está siguiendo el plan, evitar distracciones, poder ser flexible si las circunstancias cambian y ser capaz de acabar la acción. Los niños con TDAH tienen un córtex prefrontal más pequeño, que funcionan a un ritmo menor que en circunstancias normales.

•    Cuerpo calloso: Es la estructura que conecta los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo, coordinando las funciones de ambos;

•    Ganglios basales: Incluyen la corteza frontal, el cuerpo calloso y los ganglios basales llamados globus palidus y núcleo caudado. El globus palidus y el núcleo caudado son más pequeños en niños con TDAH; estas regiones se encargan de coordinar o filtrar la información que llega de otras regiones del cerebro. Al reducir la información que llega de otras zonas e inhibir las respuestas automáticas, estas zonas están implicadas en el control de los impulsos.

Detección. Síntomas

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) provoca en los niños:

•    Hiperactividad;

•    Impulsividad;


•    Déficit de atención.


Muchos de estos comportamientos son normales en la mayoría de los niños; la diferencia es que en los niños sin TDAH, estos síntomas tienden a disminuir según crecen y pasan de la educación infantil a la primaria.
A la hora de distinguir entre un niño con TDAH y un niño sin TDAH, es importante tener en cuenta la cantidad e intensidad de los síntomas y su permanencia en el tiempo y en diferentes situaciones. En los casos de TDAH, las conductas hiperactivas e impulsivas, así como los síntomas de inatención, son:

•    Más intensos de lo que se espera;

•    Se manifiestan en más de un lugar (colegio, casa, etc.);

•    Suelen prolongarse por más de seis meses.

Además, hay que dejar claro que no todos los síntomas son iguales en todos los pacientes; éstos pueden existir en diferentes grados de gravedad.

Hiperactividad. ¿ A qué nos referimos? Es la situación de incapacidad de permanecer sentados en situaciones que lo requieren.

•    Cuando están sentados, cambian de postura con frecuencia y mueven los pies y las manos constantemente;

•    Corren o saltan excesivamente en situaciones inapropiadas;

•    Tienen dificultad para jugar o divertirse en silencio o tranquilamente;

•    Suelen entorpecer los asuntos de los demás, tocan cosas que no deben;

•    Están siempre en movimiento, como si estuvieran con el "motor en marcha";

•    Hablan en exceso;

•    Suelen tener más accidentes de los normales.

Impulsividad. ¿ A qué nos referimos? Es la situación en la que actúan antes de pensar.
 Sólo ven las consecuencias de sus actos cuando es demasiado tarde y ya han dicho o hecho algo fuera de lugar; sin embargo, no aprenden y vuelven a reaccionar de forma irreflexiva.

•    Interrumpen constantemente conversaciones y juegos;

•    Se muestran impacientes; les cuesta esperar su turno;

•    Suelen resistirse a la disciplina;

•    Responden bruscamente y antes de que se haya completado la pregunta;

•    Se entrometen en los asuntos de otros;

•    Suelen ser poco previsores y olvidan planificar;

•    No distinguen el peligro, se enfrascan en actividades peligrosas;

•    Escasa tolerancia a la frustración.

Déficit de atención

•    Tienen dificultades para mantener la atención en tareas o en el desarrollo de actividades lúdicas;

•    Evitan comprometerse en actividades que requieren un esfuerzo mental sostenido;

•    Pueden tener problemas para priorizar las tareas, cometen errores por descuido en los deberes escolares y otras actividades, ya que no prestan suficiente atención a los detalles;

•    No parecen escuchar cuando se les dirige la palabra;

•    Se distraen con facilidad; suelen dejar lo que están haciendo para atender a ruidos o hechos triviales;

•    Les cuesta seguir instrucciones u órdenes y no finalizan sus tareas;

•    Tienen dificultades para organizar sus tareas y actividades;

•    Son muy olvidadizos en sus tareas cotidianas;

•    Cambian continuamente el foco de atención, sin alcanzar nunca el objetivo final;

•    Pierden con frecuencia los elementos necesarios para sus tareas o actividades (lápices, cuadernos, juguetes, etc.).

Factores Biológicos y Psicosociales

Los estudios sugieren que no existe una única causa que provoque el TDAH; éste se origina, más bien, en respuesta a muchas causas que se dan a la vez en el niño que lo desarrolla. Ya que no debemos olvidar el origen de las irregularidades en la producción de dopamina y noradrelania. En este sentido, podemos distinguir entre factores biológicos y psicosociales.

Factores biológicos:

Están relacionados con factores genéticos y diversos acontecimientos que se producen durante el embarazo (prenatales) o en torno al nacimiento del niño (perinatales). De hecho, casi todas las causas del TDAH se producen durante esta etapa. Por ello se puede afirmar que el TDAH es altamente hereditario y que está más relacionado con la genética que con el entorno.

Entre los factores biológicos más importantes podemos enumerar los siguientes:

•    Causa genética: Se ha demostrado un claro componente genético del TDAH; aquellos niños cuyo padre o madre hayan sufrido TDAH tienen un 75% de probabilidades de padecer este trastorno;

•    Bajo peso al nacer: multiplica por tres el riesgo de padecer TDAH;

•    Que la madre fume durante el embarazo: multiplica el riesgo por tres;

•    Que la madre beba alcohol: multiplica el riesgo por 2,8.

Factores psicosociales:

Existe una mayor prevalencia de este trastorno en los medios urbanos desfavorecidos. Los factores son varios: ambientes de pobreza, malnutrición y exclusión social, problemas familiares y violencia en el hogar contribuyen a su desarrollo y perpetuación. Del mismo modo, un medio escolar desorganizado o muy desestructurado provoca un deterioro de la conducta del niño y un mayor fracaso escolar.

domingo, 8 de enero de 2012

Preguntas frecuentes, Diagnóstico y tratamiento. Generalidades II

1. ¿Qué se necesita para diagnosticar TDAH?
El diagnóstico de TDAH se produce cuando la persona evidencia síntomas de inatención, impulsividad e hiperactividad antes de los siete años. Cada uno de estos síntomas se manifiesta a través de unos comportamientos determinados, que suelen ser normales en cualquier niño. Sin embargo, en el caso de niños con TDAH se dan con más frecuencia e intensidad y se manifiestan en dos o más ambientes (por ejemplo, en casa o en la escuela).

Estos síntomas interfieren en su proceso de aprendizaje y/o en sus relaciones sociales, y más tarde, en su vida profesional.

2. ¿A partir de qué edad puede diagnosticarse un TDAH?

La consulta con un profesional se justifica siempre que se observen problemas en el funcionamiento cotidiano de un niño respecto a lo que se espera por su edad, o si es un niño al que no se consigue manejar educativamente. Es por ello que no existe una edad "ideal" para acudir al profesional; esto dependerá de las características de cada caso. Sin embargo, el Déficit de Atención con Hiperactividad no puede diagnosticarse de manera suficientemente fiable hasta los cuatro o cinco años de edad.

3. ¿Cómo se trata el TDAH?
El tratamiento del TDAH exige una intervención multimodal, que incluya tratamiento farmacológico, psicoeducación y entrenamiento de padres, intervenciones psicológicas conductuales o cognitivo-conductuales e intervenciones escolares y psicopedagógicas.

4. ¿Para qué sirve el tratamiento?
Un tratamiento precoz y bien organizado ayudará a controlar los síntomas principales del TDAH (hiperactividad, inatención e impulsividad), facilitando el proceso de aprendizaje académico y de comportamiento, mejorando las interacciones sociales, disminuyendo el riesgo de que aparezcan otros trastornos asociados y ayudando a que el niño tenga un mejor pronóstico de futuro.

5. ¿Debe mi hijo tomar medicación?
El objetivo de la medicación es estimular aquellas áreas cerebrales que están poco activas. De esta forma se mejoran los síntomas principales del trastorno, el rendimiento académico y el comportamiento del niño. También se facilitan las interacciones escolares, familiares y sociales, dando lugar a un desarrollo más eficaz de las intervenciones psicológicas y pedagógicas.

Sin embargo, siempre se debe consultar al médico de familia o al pediatra en caso de iniciarse un tratamiento farmacológico, dado que no se puede predecir que niños responderán bien a la medicación estimulante. Se sabe que cuanto más severos son los síntomas, la respuesta suele ser también mejor.

6. ¿Debe mi hijo recibir apoyo psicológico y psicopedagógico?
Sí. Esto se debe a que el TDAH es un trastorno complejo; muchos de sus síntomas tienen que ver con las características individuales del niño, como el sexo o la edad, y otros, con agentes externos como el entorno familiar y social. Por todo ello, el tratamiento del TDAH debe basarse en un programa multimodal, que no sólo incluya intervenciones de tipo farmacológico, sino también psicológico (para analizar y tratar la psique del niño) y psicopedagógicas (para integrarlo en el entorno escolar) .

Ninguna de estas intervenciones es exclusiva; no puede, ni debe sustituir a las demás.

7. ¿Produce adicción el tratamiento farmacológico?
No existe ninguna prueba en este sentido. De hecho, una vez ajustada la dosis eficaz, no hace falta aumentarla, salvo para adaptarla a los cambios del crecimiento (mayor talla y peso del niño). Su administración está relacionada con una menor probabilidad de desarrollar trastornos por abuso de drogas en la adolescencia.

Preguntas frecuentes. ¿Qué es el TDAH? Generalidades.

1. ¿El TDAH es un trastorno inventado?
No. El TDAH fue descrito por primera vez en una publicación científica en el año 1902, no mucho después que trastornos como la Esquizofrenia o el Trastorno Bipolar. Existen además, en la literatura no científica, descripciones de niños que se corresponden con lo que hoy denominamos TDAH desde mucho antes.

2. ¿Cuántos niños sufren TDAH en España?

El TDAH es padecido por muchos niños españoles. Se estima que el 5% de la población infanto-juvenil la sufre, lo que equivale a uno o dos niños por aula.

3. ¿Quiénes tienen más posibilidades de padecer TDAH? ¿Los niños o las niñas?
Con respecto a la relación entre los sexos, los niños son más propensos que las niñas a sufrir TDAH, en cifras que varían de 4 a 1. El TDAH que combina todos los síntomas es el más común en varones de edad escolar, mientras que el trastorno en el cual predomina el déficit de atención, es más usual entre chicas adolescentes.

4. ¿El TDAH se manifiesta de la misma manera en todas las personas?
No, el TDAH es un trastorno complejo, cuyos síntomas están presentes en muy distinto grado en cada persona. Además, las consecuencias que estos síntomas pueden producir en un individuo son influidos por aspectos ambientales y personales.

5. ¿El TDAH es hereditario?
El TDAH tiene un componente genético importante, que determina hasta el 70% del trastorno. Sin embargo, los factores biológicos no genéticos y ambientales juegan también un papel importante en su desarrollo y, sobre todo, en la forma de manifestarse. Aunque su presencia en algún miembro de la familia es un factor de riesgo para los descendientes, no todos los niños con TDAH tienen antecedentes familiares.

6. En los casos de TDAH ,¿la hiperactividad se pasa con el tiempo?

No. La hiperactividad es el resultado de una alteración evolutiva que afecta a la maduración de algunas funciones mentales y al desarrollo del niño. Esto supondrá una realización defectuosa de ciertos aprendizajes.
Se estima que más del 80% de los niños que presentan el trastorno continuarán padeciéndolo en la adolescencia, y entre el 30-65% lo presentarán también en la edad adulta. Sin embargo, las manifestaciones del trastorno irán variando notablemente a lo largo de la vida. Sólo un buen tratamiento podrá mejorar el comportamiento hiperactivo.

7. ¿El niño con TDAH actúa con mala intención?

No, dado que en gran parte, sus comportamientos dependen de los síntomas del trastorno y de su dificultad para retener lo aprendido y aplicar los aprendizajes (incluidos los de normas de conducta). Es evidente, entonces, que sus conductas negativas no son intencionadas. Además, el primero que sufre las graves consecuencias negativas de las mismas es el propio niño.

8. ¿El castigo es una buena solución para controlar el comportamiento de estos niños?


No, de hecho, se ha demostrado que el castigo sistemático es absolutamente ineficaz y perjudicial en la educación de los niños con TDAH. Estos niños tienen dificultades para retener y aplicar lo aprendido; esto no sólo ocurre en el ámbito académico, sino en general. Al niño con TDAH le cuesta entender lo que se puede o no se puede hacer; por ello, los castigos parecen ineficaces. En la mayor parte de los casos, les supone una forma de represión injusta que les incapacita para aprender las normas de comportamiento.
Por otra parte, su propia inquietud es muchas veces confundida con una mala conducta, lo que lleva a castigarle en exceso sin motivos reales, creando un acostumbramiento al castigo. Además, los comportamientos positivos muchas veces pasan desapercibidos, dando al niño la sensación de que sólo se le presta atención cuando se porta mal (de ahí que su comportamiento negativo pueda percibirse como una "llamada de atención").

9. ¿Cuáles son las limitaciones que puede padecer un niño con TDAH?

El TDAH no supone una incapacidad, pero sí dificultades en muchas facetas del desarrollo normal del niño. En el niño con TDAH existen alteraciones que producirán un rendimiento académico pobre, asociado a una baja autoestima, alteraciones emocionales y problemas en la integración social.
Si bien estos síntomas no suelen incapacitar a los niños con TDAH a alcanzar ciertas metas profesionales, éstos suponen verdaderas limitaciones con el paso del tiempo: en el rendimiento escolar, en las relaciones interpersonales, en el desarrollo de la personalidad.

10. ¿Tienen los padres la culpa de que su hijo padezca TDAH?
No, los padres no tienen la culpa. El entorno familiar del niño con TDAHpuede mitigar o potenciar la aparición de ciertos problemas de conducta. Las familias de los niños con TDAH son más castigadoras, más autoritarias y más negativas, pero esto es a menudo motivado por la propia conducta del niño. Sin embargo, la modificación de esos patrones familiares facilitará el mejor desarrollo del niño con TDAH.

11. ¿El TDAH está vinculado a otros trastornos?
Sí. De hecho, los síntomas del TDAH muchas veces se confunden o aparecen con otros trastornos neurológicos, biológicos y conductuales. Casi la mitad de los niños con TDAH (en especial, los varones) también tienden a padecer el trastorno oposicional desafiante. El trastorno de conducta aparece simultáneamente entre el 30 y el 50% de los niños con TDAH. Del 20 al 30% de los niños con TDAH evidencian trastornos afectivos, y el 25%, trastornos de ansiedad. A su vez, más de un 20% presentan problemas específicos del aprendizaje (en lectura, escritura, matemáticas).
Existe además un vínculo entre el TDAH y el trastorno de tics o síndrome de Tourette, un trastorno neurobiológico que se caracteriza por tics motores y vocales. Si bien sólo un pequeño porcentaje de las personas con TDAH tienen Tourette, por lo menos el 70% de los que padecen Tourette también tiene TDAH.

12. ¿Son todos los niños con TDAH rebeldes, oposicionistas y desafiantes?
Estas conductas son muy frecuentes en los niños con TDAH (son desobedientes, contestan a los adultos, parecen no escuchar cuando se les manda hacer algo, discuten o interrumpen con frecuencia). Esto se debe a que estos niños tienen dificultades para percibir su propia realidad y la de su entorno, lo que provoca que se sientan incomprendidos y "reprimidos" ante cualquier intento de corrección.
Sin embargo, las conductas oposicionistas y desafiantes no siempre están presentes, Y pueden surgir como síntomas accesorios del trastorno. Un niño sin TDAH también puede presentar este tipo de conductas (aunque con mucha menos frecuencia).

13. ¿Por qué el niño con TDAH tiene dificultades de aprendizaje?
Los niños con TDAH experimentan muchas dificultades para concentrarse y prestar atención; se aburren fácilmente y no terminan sus actividades correctamente. Esto hace que su rendimiento en clase sea menor de lo esperado con respecto a su capacidad intelectual.

14. ¿El TDAH se cura?
El niño con TDAH no puede dejar de serlo, dado que no se puede hacer que desaparezcan la causas de su trastorno (una alteración evolutiva que afecta a la maduración de algunas de sus funciones mentales y a su desarrollo). Sin embargo, es posible mitigar o eliminar las consecuencias negativas o síntomas que produce este trastorno.

Un buen tratamiento, aplicado desde muy temprana edad, puede evitar los déficits en la las capacidades afectadas por el trastorno y en el proceso de aprendizaje, que interfieren en la maduración del niño. En la mayor parte de los casos -dependiendo del tiempo de evolución del trastorno sin tratamiento-, se pueden evitar las limitaciones en el rendimiento escolar, en la percepción de sí mismo y del entorno, el desarrollo de la competencia social, etc.

15. ¿Qué cosas pueden mejorar o empeorar un TDAH?

Existen varios factores que ayudan a una buena evolución del trastorno:

•    Un diagnóstico precoz;

•    Una educación coherente por parte de los padres;

•    La transmisión de valores positivos y estabilidad familiar;

•    El conocimiento por parte de los profesores y adaptación de las actividades educativas;

•    La colaboración entre los padres y la escuela.

Por el contrario, los siguientes factores pueden empeorar el pronóstico de TDAH:

•    Un diagnóstico retardado;

•    Fracaso escolar;

•    Una educación demasiado permisiva o severa;

•    Desavenencias y hostilidad entre los padres;

•    Problemas de salud en el niño;

•    Precedentes familiares de alcoholismo, conductas antisociales u otros trastornos mentales.

16. ¿Qué puede ocurrir con un adolescente cuyo TDAH no haya sido tratado durante la infancia?
El adolescente que no haya tratado su TDAH durante la infancia tendrá unos síntomas más marcados y podría mostrar otras alteraciones asociadas, como la ansiedad, trastornos de conducta, inadaptación social o consumo de sustancias. El TDAH no sólo afecta gravemente la vida personal y social de los jóvenes, sino que también repercute intensamente en sus familias, en la sociedad, y aumenta las necesidades de prestación sanitaria.

Un adolescente con TDAH sin tratamiento no sólo sufre un deterioro en las relaciones con los compañeros. También podría desarrollar conductas de riesgo, que suelen aumentar la probabilidad de sufrir traumatismos y accidentes de tráfico, embarazos no deseados o consumo de sustancias.

La natural inseguridad del adolescente unida al temor de sentirse estigmatizado, y a la posible presencia de un trastorno oposicional desafiante, hace que le sea más difícil comenzar o llevar a cabo el tratamiento. Por todo ello, es muy importante entablar una buena relación entre éste y el médico. De esta forma, el joven estará más abierto a escuchar los pormenores del trastorno y los beneficios del tratamiento, aumentando la probabilidad de conseguir un cumplimiento óptimo.

17 ¿Un adulto puede padecer TDAH?
El TDAH no desaparece con la edad. Sin embargo, como ha sido un trastorno poco conocido en otras épocas, existen muchos adultos que nunca han sido diagnosticados.

Muchos de ellos han compensado sus deficiencias y han aprendido a controlar las consecuencias negativas, que no constituyen un impedimento importante en el desarrollo de buena parte de su actividad. Sin embargo, otros no han desarrollado adecuadamente algunas de las facetas básicas de la persona, sufriendo trastornos de la personalidad, alteraciones emocionales graves, problemas afectivos o laborales, mayores tasas de accidentes de tráfico, dificultades en las relaciones sociales...

18. ¿Qué puede hacer la escuela con los niños con TDAH?
Conocer el problema para poder comprender e intervenir adecuadamente. Esto implica asesorar a los padres en la derivación del niño a un especialista adecuado y comprender las necesidades específicas del niño.
La colaboración entre colegio y familia es fundamental para un tratamiento efectivo. En muchos casos, el niño necesitará una valoración pedagógica que determine sus necesidades académicas, así como un plan de intervención escolar personalizado. Por otra parte, el profesorado debe informar a los padres a lo largo de todo el curso escolar, intercambiando información y experiencias, fomentando la colaboración entre la escuela y la familia.

19. ¿Qué pueden hacer los padres y familiares por su hijo con TDAH?
Aceptar el problema y acudir a especialistas que diagnostiquen y elaboren un tratamiento adecuado para el trastorno. A su vez, deberán buscar asesoramiento psicológico y psicopedagógico que les ofrezcan pautas educativas para establecer la relación educativa con su hijo, y la buena comunicación con el colegio. De esta forma se trabajará en sintonía desde las tres perspectivas: familia, colegio, especialistas.

Tratamiento

Introducción

    El tratamiento de los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) requiere de un programa multidisciplinar, adaptado a las características individuales del niño, como el sexo o la edad, y a agentes externos como el entorno familiar y social.

    Existen distintos abordajes terapéuticos para tratar el TDAH, pero el tratamiento combinado "multimodal" es el que ofrece mejores resultados. Esto supone la inclusión de padres, profesores, médicos y psicólogos en todos los niveles de la terapia. Teniendo esto en cuenta, se coordinan simultáneamente tratamientos de tipo:

•    Farmacológico;

•    Psicológico;

•    Psicopedagógico.

Ninguna de estas intervenciones es exclusiva; no puede, ni debe sustituir a las demás.



Tratamiento Farmacológico

El médico es el profesional sanitario autorizado para prescribir un tratamiento farmacológico y realizar el seguimiento de los pacientes.

Existen varios tipos de fármacos que ayudan a los niños con TDAH. Estos medicamentos actúan sobre los neurotransmisores dopamina y noradrenalina, cuya producción irregular genera los síntomas de este trastorno. Dichos fármacos pueden ser estimulantes o no estimulantes. Su médico elegirá la opción más adecuada para cada paciente.

Tratamiento Psicológico

El tratamiento psicológico implica varios tipos de psicoterapia: terapia familiar e individual (que reduce el estrés en la familia provocado por la enfermedad del niño), la psicoeducación y entrenamiento a los padres para controlar el comportamiento de su hijo y apoyo en el colegio en las áreas donde el niño está más necesitado.




En este tratamiento podemos focalizar o mejor dicho direccionar la psicoterapia hacia dos grupos (niños o padres):


PSICOTERAPIA PARA NIÑOS

En los niños, la psicoterapia suele combinarse con medicación. En algunos casos se utilizan por sí solas, pero en general es mejor el tratamiento combinado. En estos casos, la psicoterapia conductual es la más eficaz.
En líneas generales, se le enseña al niño a:

•    Controlarse;

•    Monitorizar sus actividades inapropiadas;

•    Comprender la forma en que sus comportamientos interrumpen y molestan a los demás y cómo intentar reducirlos;

•    Se proporciona un entrenamiento en las habilidades sociales;

•    Se enseñan técnicas para mejorar la autoestima.

El terapeuta debe tener en cuenta, además, que el TDAH puede estar acompañado de otros problemas psiquiátricos que también requieren atención, como la depresión o la ansiedad.

ENTRENAMIENTO PARA PADRES

El TDAH provoca en el niño una serie de comportamientos difíciles de controlar por los padres. Esto puede generar en ellos sentimientos de:

•    Frustración;

•    Tristeza;

•    Culpabilidad;

•    Estrés;

•    Baja autoestima;

•    Desconfianza en sus habilidades como padres y educadores;

•    Problemas maritales.

Y son estos problemas, en muchas ocasiones, los que los llevan a la consulta clínica.

Cuantos más detalles conozcan los padres sobre el trastorno de su hijo, más fácil será tratarlo con éxito. Por esta razón, un programa integral debe incluir técnicas orientadas a aumentar el conocimiento de los padres acerca del TDAH, y posteriormente, un entrenamiento en el control de las conductas del niño.

En este punto se les enseña a los padres a:

•    Marcar a su hijo pocos límites, pero estables, de uno en uno y hasta el final;

•    No consentir las exhibiciones del niño en un "escenario público";

•    Definir reglas claras de consecuencias y premios para ciertos comportamientos;

•    Ayudar al niño a terminar una tarea o encargo dividiéndolo en pasos menores;

•    Aumentar la estructura y el orden de la casa;

•    Establecer rutinas estables y predecibles para estructurar el tiempo;

•    Eliminar ruidos y distracciones;

•    Motivar al niño;

•    Aumentar la disciplina haciendo que el niño sufra las consecuencias de saltarse las normas.

Tratamiento Psicopedagógico

La psicoeducación o entrenamiento de los padres puede llevarse a cabo individual o grupalmente. La aplicación grupal los ayuda a relativizar los problemas de su hijo al contrastarlos con los de otras familias; a su vez los padres se ayudan mutuamente, compartiendo las dificultades.

Finalmente, es importante que los padres recuerden que a pesar de sus conductas negativas, el niño también cuenta con muchos valores positivos. Y que si desean tener una relación armoniosa con su hijo, es fundamental que exista una muy buena comunicación entre la pareja, para que haya una máxima coherencia en las actitudes de ambos hacia el niño.

Intervención escolar


Consiste en apoyar al niño en el colegio, en aquellas áreas en las que está más necesitado. En este sentido, los profesores requieren de un entrenamiento especializado a fin de poner en práctica en el aula programas conductuales diseñados para niños con TDAH. El estudiante con TDAH necesita más estructura y organización, así como reajustes especiales para el desarrollo de su tarea.

Las intervenciones conductuales sobre niños con TDAH en el colegio suelen abarcar los siguientes puntos:
•    Normas e instrucciones claras, breves y presentes de forma visible (carteles, señales);

•    Más frecuencia e inmediatez en las consecuencias positivas;

•    Más consistencia en las consecuencias negativas;

•    Anticipación a las respuestas del niño. El programa debe tener una perspectiva de futuro, planteando incluso recordar periódicamente y junto con el niño las normas y objetivos establecidos, sobre todo antes de iniciarse la situación en la que se desea intervenir.

A nivel escolar no hace falta disminuir la exigencia, pero hay estrategias que mejoran la eficacia del niño a la hora de obtener mejores resultados. Algunas de ellas son las siguientes:

•    Organizar las tareas del alumno en forma secuencial, ya que él no se puede organizar sólo;

•    Interactuar con los padres, premiando los comportamientos positivos en casa y en el colegio mediante un sistema de puntos;

•    El profesor puede mantener una rutina predecible; el niño sabrá qué va a pasar después y así no se distraerá;

•    Supervisar regularmente al niño y marcarle el tiempo para hacer las cosas, así no pasará ratos distraído;

•    Darle tiempo extra para que escriba despacio y bien, o adaptar lo que tenga que hacer a su velocidad de trabajo.

•    Ayudar al niño individualmente o dividir la clase en pequeños grupos para que los niños trabajen en equipo y se ayuden.

•    Dejarle jugar en el ordenador como premio;

•    Dejarle que salga del aula si se siente muy inquieto y necesita un descanso;

•    Ponerle en una mesa cercana para supervisarle mejor;

•    Sentarle lejos de los niños que le puedan distraer;

•    Darle la enhorabuena cuando haga las cosas bien o haga un esfuerzo para conseguirlo.

Consecuencias

El TDAH requiere de un correcto reconocimiento y tratamiento precoz del TDAH. De lo contrario, este trastorno puede ocasionar serios problemas en el desarrollo del niño, entre ellos, una disminución del rendimiento académico, dificultades en la adaptación social y como resultado, serios desajustes emocionales.
Las consecuencias del TDAH suelen ser las siguientes:

•    Disminución del rendimiento académico. A largo plazo, los problemas con los estudios pueden derivar en un fracaso escolar (dificultando el paso del niño a cursos superiores) e incluso en abandono escolar;

•    Dificultades en el desarrollo social y emocional. Debido a los múltiples problemas en las relaciones con los compañeros por su impulsividad, el niño con TDAH tiende a tener pocos amigos, poco duraderos y relaciones menos estrechas;

•    Síntomas depresivos. Los fracasos repetidos en el colegio y con los amigos, así como las discusiones con los padres por las malas notas y mal comportamiento, suelen provocar síntomas depresivos en niños con TDAH;

•    Comportamientos conflictivos. Algunos niños con TDAH pueden empezar con comportamientos negativistas, desobediencias cada vez mayores, desafío de la autoridad y poco a poco, problemas de conducta mayores, e incluso abuso de alcohol y drogas;

•    Infravaloración en el ámbito laboral. Los adultos con TDAH que de niños no fueron tratados correctamente, suelen conseguir trabajos o profesiones por debajo de su capacidad.

Detección. Trastornos asociados

     Los niños con TDAH suelen tener problemas en las relaciones con los compañeros, tienden a tener pocos amigos y las relaciones son menos estrechas. También se puede producir una disminución del rendimiento académico que suele desembocar en fracaso escolar.

     Todo ello, así como las discusiones con los padres por malas notas y mal comportamiento, puede provocar síntomas depresivos y conductas negativas en los niños con TDAH. Algunos pueden empezar con comportamientos negativistas, desobediencias cada vez mayores, desafío de la autoridad y, poco a poco, con problemas de conducta mayores e incluso abuso de alcohol y drogas.

    Estos conflictos pueden aparecer de forma conjunta cuando se ha pasado mucho tiempo sin haber tratado el TDAH correctamente. Sin embargo, muchas veces surgen por otras razones y son confundidos con este trastorno.

     Por ello, a la hora de realizar un buen diagnóstico es fundamental distinguir entre aquellos trastornos que se parecen al TDAH, pero que no lo son, y que surgen como consecuencia o independientemente del mismo:

•    Trastorno oposicional/negativista desafiante;

•    Trastorno de conducta;

•    Trastornos del humor;

•    Trastornos del sueño;

•    Trastornos del aprendizaje;

•    Ansiedad por la separación;

•    Otros trastornos,

Criterios de Detección

     El TDAH se clasifica dentro de los trastornos mentales. Su diagnóstico se basará principalmente en el cumplimiento de uno de los siguientes criterios, ambos reconocidos internacionalmente:

•    Criterios del manual CIE-10;

•    Criterios DSM-IV-TR;

Criterios del manual CIE-10

Son los criterios diagnósticos reconocidos y establecidos por la OMS (1992) para diagnosticar un TDAH . El CIE-10 requiere que el paciente evidencie:

  • 6 síntomas de inatención;
  • 3 de hiperactividad;
  • 1 de impulsividad .
Estos síntomas deben ser persistentes y manifestarse en más de un ambiente de su vida.

Criterios DSM-IV-TR

Los Criterios del Manual Estadístico y de Diagnóstico (DSM-IV-TR) son los más utilizados y han sido establecidos por la Academia Americana de Psiquiatría (2000). Aquí se define al TDAH de una forma más amplia y se requiere para el diagnóstico la presencia de:

  • 6 síntomas de atención;
  • ó 6 de hiperactividad/impulsividad ;
  • ó síntomas en ambas áreas (seis de cada grupo). 
Los síntomas deben estar presentes antes de los 7 años en al menos dos ambientes de la vida del niño y durar como mínimo seis meses. Por ello, el DSM-IV-TR define un trastorno con tres tipos posibles:

•    Hiperactivo/impulsivo;

•    Inatento;

•    Combinado.

Y además, contempla la posibilidad de que un niño con TDAH de tipo inatento pueda no tener ningún síntoma de hiperactividad/impulsividad.

Según el DSM.IV-TR, todos y cada uno de los siguientes criterios que deben cumplirse para diagnosticar un TDAH :

Criterio A:

1. Durante seis meses han persistido seis o más síntomas de desatención, con (1 ó 2) una intensidad incoherente en relación con el nivel de desarrollo del niño.

2. Seis o más síntomas de hiperactividad-impulsividad persisten durante 6 meses con una intensidad incoherente en relación con el nivel de desarrollo.

Criterio B: Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causan alteraciones están presentes antes de los 7 años de edad.

Criterio C: Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (por ejemplo, en la escuela y en casa).

Criterio D:
Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo del funcionamiento social, académico o laboral.

Criterio E: Este criterio obliga a descartar otras causas de inatención, como trastornos generalizados del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y trastornos psiquiátricos (del humor, de ansiedad o de la personalidad).

Nota: Aquí podría incorporarse dos link:
1. http://www.cdc.gov/ncbddd/Spanish/adhd/documents/ADHD_DiagnosisSpanish.pdf