¡Buenos días tripulantes!

Este blog se ha creado con el objetivo de intentar acercar un poco más a nuestro entorno (educativo, psicopedagógico, familiar, curiosidad, etc.) la necesidad de conocer que es el TDAH en la infancia. Para ello, y de modo introductorio podríamos decir que es el trastorno psiquiátrico más frecuente en la infancia. Con una incidencia de 5% de la población infantil-juvenil, lo que equivale a uno o dos niños por aula.

domingo, 8 de enero de 2012

Tratamiento

Introducción

    El tratamiento de los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) requiere de un programa multidisciplinar, adaptado a las características individuales del niño, como el sexo o la edad, y a agentes externos como el entorno familiar y social.

    Existen distintos abordajes terapéuticos para tratar el TDAH, pero el tratamiento combinado "multimodal" es el que ofrece mejores resultados. Esto supone la inclusión de padres, profesores, médicos y psicólogos en todos los niveles de la terapia. Teniendo esto en cuenta, se coordinan simultáneamente tratamientos de tipo:

•    Farmacológico;

•    Psicológico;

•    Psicopedagógico.

Ninguna de estas intervenciones es exclusiva; no puede, ni debe sustituir a las demás.



Tratamiento Farmacológico

El médico es el profesional sanitario autorizado para prescribir un tratamiento farmacológico y realizar el seguimiento de los pacientes.

Existen varios tipos de fármacos que ayudan a los niños con TDAH. Estos medicamentos actúan sobre los neurotransmisores dopamina y noradrenalina, cuya producción irregular genera los síntomas de este trastorno. Dichos fármacos pueden ser estimulantes o no estimulantes. Su médico elegirá la opción más adecuada para cada paciente.

Tratamiento Psicológico

El tratamiento psicológico implica varios tipos de psicoterapia: terapia familiar e individual (que reduce el estrés en la familia provocado por la enfermedad del niño), la psicoeducación y entrenamiento a los padres para controlar el comportamiento de su hijo y apoyo en el colegio en las áreas donde el niño está más necesitado.




En este tratamiento podemos focalizar o mejor dicho direccionar la psicoterapia hacia dos grupos (niños o padres):


PSICOTERAPIA PARA NIÑOS

En los niños, la psicoterapia suele combinarse con medicación. En algunos casos se utilizan por sí solas, pero en general es mejor el tratamiento combinado. En estos casos, la psicoterapia conductual es la más eficaz.
En líneas generales, se le enseña al niño a:

•    Controlarse;

•    Monitorizar sus actividades inapropiadas;

•    Comprender la forma en que sus comportamientos interrumpen y molestan a los demás y cómo intentar reducirlos;

•    Se proporciona un entrenamiento en las habilidades sociales;

•    Se enseñan técnicas para mejorar la autoestima.

El terapeuta debe tener en cuenta, además, que el TDAH puede estar acompañado de otros problemas psiquiátricos que también requieren atención, como la depresión o la ansiedad.

ENTRENAMIENTO PARA PADRES

El TDAH provoca en el niño una serie de comportamientos difíciles de controlar por los padres. Esto puede generar en ellos sentimientos de:

•    Frustración;

•    Tristeza;

•    Culpabilidad;

•    Estrés;

•    Baja autoestima;

•    Desconfianza en sus habilidades como padres y educadores;

•    Problemas maritales.

Y son estos problemas, en muchas ocasiones, los que los llevan a la consulta clínica.

Cuantos más detalles conozcan los padres sobre el trastorno de su hijo, más fácil será tratarlo con éxito. Por esta razón, un programa integral debe incluir técnicas orientadas a aumentar el conocimiento de los padres acerca del TDAH, y posteriormente, un entrenamiento en el control de las conductas del niño.

En este punto se les enseña a los padres a:

•    Marcar a su hijo pocos límites, pero estables, de uno en uno y hasta el final;

•    No consentir las exhibiciones del niño en un "escenario público";

•    Definir reglas claras de consecuencias y premios para ciertos comportamientos;

•    Ayudar al niño a terminar una tarea o encargo dividiéndolo en pasos menores;

•    Aumentar la estructura y el orden de la casa;

•    Establecer rutinas estables y predecibles para estructurar el tiempo;

•    Eliminar ruidos y distracciones;

•    Motivar al niño;

•    Aumentar la disciplina haciendo que el niño sufra las consecuencias de saltarse las normas.

Tratamiento Psicopedagógico

La psicoeducación o entrenamiento de los padres puede llevarse a cabo individual o grupalmente. La aplicación grupal los ayuda a relativizar los problemas de su hijo al contrastarlos con los de otras familias; a su vez los padres se ayudan mutuamente, compartiendo las dificultades.

Finalmente, es importante que los padres recuerden que a pesar de sus conductas negativas, el niño también cuenta con muchos valores positivos. Y que si desean tener una relación armoniosa con su hijo, es fundamental que exista una muy buena comunicación entre la pareja, para que haya una máxima coherencia en las actitudes de ambos hacia el niño.

Intervención escolar


Consiste en apoyar al niño en el colegio, en aquellas áreas en las que está más necesitado. En este sentido, los profesores requieren de un entrenamiento especializado a fin de poner en práctica en el aula programas conductuales diseñados para niños con TDAH. El estudiante con TDAH necesita más estructura y organización, así como reajustes especiales para el desarrollo de su tarea.

Las intervenciones conductuales sobre niños con TDAH en el colegio suelen abarcar los siguientes puntos:
•    Normas e instrucciones claras, breves y presentes de forma visible (carteles, señales);

•    Más frecuencia e inmediatez en las consecuencias positivas;

•    Más consistencia en las consecuencias negativas;

•    Anticipación a las respuestas del niño. El programa debe tener una perspectiva de futuro, planteando incluso recordar periódicamente y junto con el niño las normas y objetivos establecidos, sobre todo antes de iniciarse la situación en la que se desea intervenir.

A nivel escolar no hace falta disminuir la exigencia, pero hay estrategias que mejoran la eficacia del niño a la hora de obtener mejores resultados. Algunas de ellas son las siguientes:

•    Organizar las tareas del alumno en forma secuencial, ya que él no se puede organizar sólo;

•    Interactuar con los padres, premiando los comportamientos positivos en casa y en el colegio mediante un sistema de puntos;

•    El profesor puede mantener una rutina predecible; el niño sabrá qué va a pasar después y así no se distraerá;

•    Supervisar regularmente al niño y marcarle el tiempo para hacer las cosas, así no pasará ratos distraído;

•    Darle tiempo extra para que escriba despacio y bien, o adaptar lo que tenga que hacer a su velocidad de trabajo.

•    Ayudar al niño individualmente o dividir la clase en pequeños grupos para que los niños trabajen en equipo y se ayuden.

•    Dejarle jugar en el ordenador como premio;

•    Dejarle que salga del aula si se siente muy inquieto y necesita un descanso;

•    Ponerle en una mesa cercana para supervisarle mejor;

•    Sentarle lejos de los niños que le puedan distraer;

•    Darle la enhorabuena cuando haga las cosas bien o haga un esfuerzo para conseguirlo.

Consecuencias

El TDAH requiere de un correcto reconocimiento y tratamiento precoz del TDAH. De lo contrario, este trastorno puede ocasionar serios problemas en el desarrollo del niño, entre ellos, una disminución del rendimiento académico, dificultades en la adaptación social y como resultado, serios desajustes emocionales.
Las consecuencias del TDAH suelen ser las siguientes:

•    Disminución del rendimiento académico. A largo plazo, los problemas con los estudios pueden derivar en un fracaso escolar (dificultando el paso del niño a cursos superiores) e incluso en abandono escolar;

•    Dificultades en el desarrollo social y emocional. Debido a los múltiples problemas en las relaciones con los compañeros por su impulsividad, el niño con TDAH tiende a tener pocos amigos, poco duraderos y relaciones menos estrechas;

•    Síntomas depresivos. Los fracasos repetidos en el colegio y con los amigos, así como las discusiones con los padres por las malas notas y mal comportamiento, suelen provocar síntomas depresivos en niños con TDAH;

•    Comportamientos conflictivos. Algunos niños con TDAH pueden empezar con comportamientos negativistas, desobediencias cada vez mayores, desafío de la autoridad y poco a poco, problemas de conducta mayores, e incluso abuso de alcohol y drogas;

•    Infravaloración en el ámbito laboral. Los adultos con TDAH que de niños no fueron tratados correctamente, suelen conseguir trabajos o profesiones por debajo de su capacidad.

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